¿Desempeño o potencial? La clave: alinear personas con propósito

El verdadero desarrollo comienza cuando dejamos de mirar solo lo que alguien hace hoy y empezamos a ver lo que puede llegar a ser.

Con Value Drivers acompañamos procesos de desarrollo que comienzan con una pregunta clave: ¿Dónde esta persona puede dar su mejor versión y puede desplegar su talento?

Para responder, analizamos tres dimensiones fundamentales: su estructura de valores (lo que da sentido), su estilo de pensamiento (cómo procesa la información) y su ancla de carrera (hacia dónde tiende a proyectarse). Esa mirada integrada nos permite construir una narrativa coherente de desarrollo, centrada en el potencial y no en el déficit.

Este enfoque se traduce en múltiples aplicaciones: desde planes de carrera individualizados hasta intervenciones específicas en procesos de coaching, mentoring o formación. Aporta claridad, foco y profundidad a las conversaciones de desarrollo, transformando evaluaciones genéricas en verdaderos puntos de inflexión.

Ejemplo real: Un colaborador técnico que parecía desmotivado, reveló en su perfil un alto valor por el servicio y una orientación a estructuras. Redirigido hacia un rol de coordinación de procesos en áreas de soporte, su desempeño se disparó. No cambió la persona: cambió el encuadre.

Desarrollar es mirar más allá de la superficie. Es crear las condiciones para que el potencial se active. Es dejar de forzar adaptaciones y empezar a facilitar alineaciones. Porque cuando una persona se conecta con lo que la moviliza, no solo crece: transforma su entorno.