Rusia y Ucrania

Para tener un panorama sobre las consecuencias de un conflicto se debe partir desde la admisión de la incertidumbre a mediano y largo plazo, frente a vertientes económicas, sociales y geopolíticas. Una de las consecuencias más importantes de la invasión a Ucrania, es la presión al aumento de los precios de bienes básicos, ya que estas dos naciones son líderes globales en la producción de insumos vitales para la cadena alimentaria a nivel mundial. Entre ambos países abastecen el 19% de cebada, 14% de trigo y 4% del maíz del planeta.

Una mirada al pasado

El origen del conflicto entre Rusia y Ucrania tiene una historia de más de 30 años, después de la segunda guerra mundial, Europa estableció el famoso “telón de acero” que separaba los países en una frontera no solamente física, sino también ideológica y económica. Por una parte, los estados socialistas encabezados por la Unión Soviética y por el otro, los estados capitalistas aliados con Estados Unidos1. Así mismo, el conflicto surgió a partir de la disolución de la Unión Soviética, en el cual varios territorios se convirtieron en naciones independientes, uno de esos casos fue Ucrania tras la caída de la URSS en 1991.

Lo anterior provocó una serie de fracturas en el territorio, ya que Ucrania se encuentra dividido en dos fragmentos, por un lado, la provincia del este mantiene mayor afinidad histórica, de idioma y religión ortodoxa rusa, y en segundo lugar está el oeste de Ucrania en el cual existe una fuerte tendencia nacionalista que se caracteriza por su mayor acercamiento cultural a occidente y al resto de Europa.

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