aa

Contadores, Aplazamiento o Tecnología

Sergo Bascuñan
07-04-2020
aa

El Colegio de Contadores de Chile, agrupación gremial que alberga a más de seis mil afiliados, ha publicado ayer una solicitud abierta al gobierno en el sentido de aplazar las fechas para el cumplimiento de la denominada “Operación Renta 2020”.

Dentro de las razones que argumentan está la escaza disponibilidad de personal de las empresas, principalmente las pequeñas y medianas, de cumplir con los requerimientos previos a la declaración de impuestos como son las declaraciones juradas. Esta escasez de personal, cuando las empresas tiene un área de contabilidad propia, es también aplicable a aquellas empresas que contratan un servicio externo de contabilidad, muchas de las cuales ha debido efectuar el trabajo de asesoría en forma remota y también con los estragos que provocan la cuarentena, la falta de adecuada conexión en los hogares donde viven, etc., etc.

El Colegio de Contadores hace un llamado a considerar medidas excepcionales, de la misma forma como lo ha hecho con otras actividades que se han visto afectadas por esta pandemia.

Este comunicado sirve de plataforma para mirar el problema desde una óptica más amplia y de más largo alcance pues, la necesidad de mayores plazos para cumplir con obligaciones tributarias no es sino solo el síntoma de un problema que requiere ser abordado en profundidad y que no es nuevo en la profesión. Se trata de la exigencia de acelerar los procesos de transformación digital en las pequeñas y medianas empresas, por una parte, y por otra, de reconocer que la práctica contable del futuro está asociada a una de las actividades que mejor funciona cuando se terceriza, esto es, cuando la realiza un asesor externo a la empresa.

En efecto, la autoridad tributaria ha ido aumentando las exigencias en materias de reportes adicionales a la sola declaración de impuesto (DJ’s). Ello, en orden a establecer una declaración de renta “propuesta”, la misma que puede o no ser aceptada. En otras palabras, ha realizado un trabajo en los últimos ¿? años obligando a las empresas a preparar información consistente con la posterior determinación de la renta imponible (RLI) que es el último paso del proceso “Operación renta” de cada año. Esta situación ha generado la necesidad de cambios importantes respecto de la calidad de información que ellas generan y registran, ha obligado a la adquisición de tecnología que les ayude a cumplir de forma adecuada con estas obligaciones y finalmente ha implicado la mejora en las habilidades y conocimiento del personal de contabilidad de aquellas empresas que lo tienen. El resto de empresas, por lo general medianas y pequeñas, han optado por subcontratar estos servicios para evitar inversiones que no tiene relación directa con el negocio y también para asegurar que la información será procesada y enviada por expertos en la materia. En otras palabras, la transformación digital de la que tanto se habla actualmente se ha estado realizando de manera gradual en un aspecto tan importante, como es el del cumplimiento tributario, aunque es muy posible que en otras áreas como las de Operaciones o Finanzas aún no haya sido completada. El punto es, que hoy todos estamos conscientes que esta pandemia ha acelerado el ritmo al cual, las empresas deben ir abordando esta tarea de transformación digital.

Por lo anterior, las dificultades que impone el Covid-19 no necesariamente se solucionan con mayores plazos, aunque es entendible que a estas alturas sí sea muy importante tenerlo.

Las dificultades se habrían mitigado en forma significativa si las empresas hubiesen invertido en tecnología adecuada, contratado servicios de información en ICloud o si hubieran comenzado a tercerizar sus áreas de contabilidad y remuneraciones.

Hoy, quienes pueden hacer el esfuerzo de activar este proceso no sólo por el cumplimiento tributario, sino debido a las restricciones que reducen la actividad presencial por la actividad virtual o a distancia, deberían estar dándole la urgencia que requiere, de lo contrario, estarán afectando la continuidad de su negocio.

Asimismo, las pequeñas y medianas empresas que, por falta de capital para invertir en tecnología, creen que encuentran en la tercerización (outsourcing) una solución, deben ser conscientes de que ésta es parcial, pues ello no siempre asegura el acceso a la información contable de manera remota.

De lo que se trata entonces, es que el apoyo que verdaderamente requieren las PYMES es acceso a la tecnología o a financiamiento para implementarla.

Es necesario entender que detrás de las medidas dictadas por la autoridad de Gobierno, existe una clara señal respecto a la necesidad de modificar nuestros procesos y forma de trabajo. Nada será igual que antes. Cada negocio debería estar revisando los aspectos vulnerables que han descubierto con esta crisis y proponiendo cambios que aseguren su sustentabilidad en el tiempo, en un nuevo tipo de economía, y donde los intercambios comerciales estarán cada vez más sujetos a regulaciones ambientales o sanitarias.

SB
Las dificultades que impone el Covid-19 no necesariamente se solucionan con mayores plazos, aunque es entendible que a estas alturas sí sea muy importante tenerlo...
SB
Sergio Bascuñan
Socio
Crowe Chile