Según los datos presentados en un informe anual de McKinsey, se confirma una tendencia alcista de este mercado en los últimos años, con un aumento del valor de sus activos siete veces desde 2002, dos veces más rápido que el valor de los activos públicos.
Ilustrando este hecho, en el caso de Estados Unidos, el número de empresas respaldadas por Private Equity ha aumentado un 100% entre 2016 y 2017, pasando de 4.000 a 8.000 sociedades, mientras que las empresas cotizadas han descendido un 16% en el mismo periodo, pasando de 5.100 sociedades a 4.300, un descenso que se mantiene desde 1996 con una reducción del 46% de estas entidades.
La recaudación de fondos creció más de un 17% a nivel global y un 59% en Europa, respaldada por una necesidad de inversión a largo plazo. Este crecimiento está incentivado por la mejora en la capacidad de personalizar la exposición de los inversores a raíz de la proliferación de distintas estructuras, como es el desarrollo de los secundarios, los fondos de larga duración y las líneas de crédito de capital calls.
Esta evolución de estructuras y posibilidades se ve reflejada en el desarrollo de las distintas instituciones financieras. Los fondos de Venture Capital han aumentado su recaudación un 13% año tras año y un 18% anual desde 2013 debido a la inversión en distintos tipos de activos.
Por otro lado, se observa un desequilibrio entre la demanda de coinversiones y las oportunidades que ofrecen los GPs (General Partners) resultando en una concentración de riesgo más elevada de la deseada. En esta situación, el volumen de operaciones de Private Equity ha superado los máximos de 2007 y se dan coincidencias entre las situaciones de los dos periodos. Entre las similitudes, se encuentra el nivel de precios, covenants de deuda asequibles, niveles de liquidez en continuo crecimiento, y la entrada de nuevos inversores.
En España, el mercado de transacciones en 2018 cierra en cifras récord de inversión con un incremento del 28,8% hasta alcanzar los 97.900M€, gracias al cierre de grandes megadeals y al interés de los inversores internacionales que concentran la mayor parte de la inversión. En este sentido, y según publica Capital & Corporate en su “Informe M&A en España”, la cifra de inversiones supera en un 16,4% el anterior récord histórico, los 84.100M€ que el sector sumó en 2015.
En los últimos 5 años, la actividad de M&A ha crecido en España un 226,3%. Las adquisiciones en nuestro mercado cada vez están más relacionadas con el crecimiento internacional, la mejora del posicionamiento estratégico de las compañías y la diversificación de su business plan. En cuanto al número de operaciones, se incrementó considerablemente hasta 798 deals, 22 de las cuales alcanzaron o superaron los 1.000M€ de deal value.
En la actualidad, existen algunos riesgos. En la industria se reproducen algunos elementos presentes en los inicios de la anterior crisis, abundante liquidez, precios altos, presión inversora. No obstante, ahora los mercados son el doble de grandes, las operaciones medias de Private Equity son más pequeñas y menos apalancadas, ya no se realizan acuerdos en clubs de inversión colectiva, el fundraising de los fondos ha disminuido y los inversores tienen más presentes los riesgos pasados. En este contexto, en caso de confirmarse un escenario de crisis los inversores más experimentados estarían realmente mejor preparados para gestionarlo