España es un país con una larga tradición agrícola. Los sectores agroalimentario, acuícola y pesquero son fundamentales para nuestra economía y representan el tercer sector más importante del país. Además, también son clave en el desarrollo sostenible por su gran impacto social y medioambiental a escala global. Es por eso que GRI ha desarrollado un estándar sectorial específico que se deberá aplicar a partir del 1 de enero de 2024 en las memorias de sostenibilidad elaboradas de conformidad con GRI.
En el sector agrícola, España es el mayor productor mundial de aceite de oliva, representando aproximadamente el 35% de la producción global y el 44% de la producción de la Unión Europea. Además, es uno de los principales productores de vino, frutas, cereales y hortalizas. La acuicultura y la pesca son muy relevantes en España y están también entre los principales productores de Europa, generando más de 58.000 empleos directos y 133.000 empleos indirectos en el país.
El impacto del cambio climático afecta directamente a la agricultura, que se enfrenta a un escenario definido por sequías, inundaciones y fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos. Estos hechos representan una amenaza para la seguridad alimentaria no sólo de España sino de muchos países del mundo que tienen en España un socio agroalimentario de gran relevancia para sus poblaciones.
El aumento de la producción de alimentos tendrá como consecuencia un aumento del uso de agua del 40% al 50% en las próximas décadas. Es crucial que el sector agrícola implemente cultivos que utilicen de manera sostenible el agua y que promuevan la producción sostenible de alimentos, con el fin de frenar esta tendencia. Además, la agricultura es responsable de una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, representando del 19% al 29% de las emisiones a nivel mundial y el 14% de las emisiones en España. Cabe destacar que el sector agrícola es el causante del 80% de la deforestación a nivel mundial, según el Banco Mundial.
Transformar el sector agrícola implica adoptar prácticas más eficaces y sostenibles que puedan satisfacer las crecientes necesidades alimentarias de la población y reducir su impacto en el medio ambiente. Bajo esta premisa, en julio de 2022, GRI (Global Reporting Initiative) publicó el estándar sectorial GRI 13 dirigido a los sectores agrícola, acuícola y pesquero en el que se indican las directrices específicas para la elaboración de informes de sostenibilidad para las compañías del sector.
El objetivo del GRI 13 es ayudar a las empresas del sector a identificar y gestionar mejor los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, a la vez que informan de manera efectiva y transparente sobre su desempeño, proporcionando información valiosa a los grupos de interés, como consumidores, inversores y reguladores. En el estándar se describen 26 posibles temas materiales sobre los que las empresas deben informar, analizar sus impactos y establecer indicadores, con el fin de demostrar cómo están trabajando para proteger y preservar los recursos naturales, mientras satisfacen las necesidades de la población y mejoran la economía local.
GRI 13 presta especial atención a los derechos humanos y laborales en la cadena de valor, por lo que se requiere que las empresas informen sobre sus esfuerzos para respetar los derechos humanos y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y proveedores. En cuanto a la gestión de la cadena de suministro, se requiere explicar las prácticas de gestión, así como el apoyo a proveedores locales y la implementación de prácticas sostenibles. En concreto, este estándar establece nuevos indicadores específicos para el sector:
En resumen, las novedades que introduce GRI 13 en la elaboración de informes de sostenibilidad del sector agrícola, acuícola y pesquero, permiten mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, fomentando además prácticas sostenibles y responsables. Es fundamental que aquellas empresas que quieran elaborar sus informes de sostenibilidad de conformidad con GRI estén preparadas para el uso de este estándar a partir del 1 de enero de 2024.
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