La llegada del PERTE Alimentario anticipa un sector más sostenible

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo están trabajando conjuntamente en el desarrollo del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) de la cadena agroalimentaria, con el fin de promover el desarrollo integrado de toda la cadena mediante la digitalización de procesos y la innovación.

Hasta la fecha, el único PERTE vigente es el relativo al vehículo eléctrico y conectado, aprobado el pasado 13 de julio de 2021, siendo necesaria la definición y publicación del resto de PERTEs pertenecientes a otros sectores clave, como es el agroalimentario, uno de los grandes protagonistas en la crisis del Covid-19 y uno de los motores exportadores de la economía española. Se trata del segundo sector que más manifestaciones de interés ha presentado en el marco de las propuestas para aprovechar los fondos europeos de recuperación, tan solo superado por el de la automoción.

El PERTE agroalimentario, que previsiblemente será aprobado por el Consejo de Ministros antes de fin de año, está dotado de 1.000 millones de eurosy se encuentra dentro del componente 12 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) del Gobierno español, a través del que se canalizarán los fondos europeos Next Generation a la economía.

Las convocatorias relacionadas con este PERTE empezarán a publicarse en el primer cuatrimestre de 2022, por lo que se espera que el impacto de los fondos “NextGen” se perciba a lo largo del ejercicio. Con él se pretende facilitar el acceso a alimentos sanos y seguros con el fin de poder cubrir las necesidades de una población con mayor demanda de alimentos saludables y sostenibles medioambientalmente.

“El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia pretende transformar la agricultura, la ganadería y la pesca por medio de la investigación, la innovación y las inversiones para el desarrollo de estrategias, soluciones y herramientas que ayuden a crear sistemas alimentarios más sostenibles.”

Omar Garzesi
Socio de Ayudas e Incentivos

Las empresas del sector agroalimentario que tengan en mente participar en este PERTE deberán presentar proyectos transformadores capaces de impulsar el crecimiento económico y la competitividad del país, fomentar la creación de empleo y aportar valor, especialmente a través de la I+D+i y la colaboración entre empresas. En este sentido, se fijarán tres temáticas generales: 

• Competitividad: proyectos de automatización de procesos, robótica, sensorización, digitalización, automatización de logística o inteligencia artificial para la previsión de demanda, entre otros. A la hora de seleccionar los proyectos que podrán optar a los fondos, se primarán aquellos que sean verdaderamente transformadores y que tengan cierto margen de riesgo. 

• Sostenibilidad: proyectos enfocados en la reducción del consumo de energía, implantación de energías renovables, reducción del uso de consumos (materias primas, reutilización y depuración de aguas). También se primarán inversiones colectivas del tipo cliente-proveedor que impliquen a la empresa con toda su cadena para reducir la huella ambiental o hacer análisis del ciclo de vida. 

• Trazabilidad y seguridad alimentaria: se prevé que sea exclusivo para actuaciones colectivas. Serán planes integrales de trazabilidad o de mejora de la seguridad alimentaria para empresas.

 Ante la inminente llegada del PERTE agroalimentario, las empresas que quieran optar a estas ayudas deberían empezar a anticiparse preparando proyectos acorde con estas temáticas para poder participar.