La jornada a la carta ¿un derecho absoluto de las personas trabajadoras?

La fiebre de los fondos europeos

Aquellos que sucumban sin priorizar los proyectos de manera ordenada y sistemática quedarán fuera de juego.

Michaël Djaoui, Director de Ayudas e Incentivos
22/04/2021
La jornada a la carta ¿un derecho absoluto de las personas trabajadoras?

2021 no es cualquier año. Es el año en el que se inaugura el lanzamiento de dos programas de subvenciones sin precedentes que tienen como objetivo sustentar la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19 y facilitar la puesta en marcha de las prioridades a largo plazo de la Unión Europea en diferentes ámbitos de actuación.

Para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia del coronavirus, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE han acordado un plan de recuperación que liderará el camino hacia la salida de la crisis y sentará las bases para una Europa moderna y más sostenible.

El plan de recuperación para España tiene una dotación final de 79.796 millones de euros. La cifra supone un incremento de 10.359 millones, casi un 15% más respecto a los 69.437 millones comprometidos inicialmente, lo que sitúa a España como el país que mayor volumen de ayudas recibirá. Adicionalmente, España dispondrá de la posibilidad de solicitar otra cuantía similar en concepto de préstamos con bajos intereses y sumará así unos 150.000 millones de euros. Para España, las medidas deberían ser inmediatas y los resultados visibles a partir del 2022.

Distribución de los fondos

Este presupuesto gigantesco se tendrá que distribuir en su mayoría antes del año 2023. Tres canales de distribución se están definiendo:

  • El primero y más novedoso, es la financiación de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE). Los PERTEs deberían reforzar aquellos proyectos que contribuyan claramente a la transformación de la economía en sectores e industrias claves para España (5G, coche eléctrico, aeronáutica, etc.). Son una nueva figura, con vocación de permanencia concebida como un mecanismo de impulso y coordinación de proyectos muy prioritarios, especialmente complejos o en los que exista un claro fallo de mercado, una insuficiente iniciativa o capacidad de inversión por parte del sector privado. Los PERTEs se concretarán a través de un número muy limitado de consorcios sumando tanto actores privados como públicos, e irán en línea con los proyectos tractores de inversión publicados en el PRTR.

     

  • El segundo canal es el de las licitaciones públicas. La administración general del estado, los ministerios, las comunidades autónomas y los ayuntamientos van a poder disponer de cuantiosos fondos, por lo que se prevé un aumento de la contratación pública con un crecimiento del número de licitaciones, una diversificación de la tipología de las licitaciones y un aumento de los importes licitados. Analizar en detalle el peso porcentual de la asignación de los fondos por área ministerial, por CCAA y ayuntamientos ofrece pistas sobre qué sectores tendrán más relevancia a la hora de desembolsar recursos y dónde se concentran las oportunidades para el desarrollo.

     

  • El tercero, y probablemente el más relevante para las empresas españolas son las convocatorias de ayudas públicas. En los últimos meses, se ha visto nacer la “fiebre de los fondos europeos”. Los periódicos, los telediarios, las asociaciones de empresas, fundaciones, y otras consultoras han querido pensar que estas ayudas podrían subvencionar cualquier tipo de inversión y beneficiario. No es el caso. Siguiendo las regulaciones tanto nacionales como europeas, dichas ayudas públicas seguirán en su gran mayoría un procedimiento de concurrencia competitiva: se conceden en base a un procedimiento en el que se comparan las solicitudes presentadas de acuerdo con los criterios de valoración previamente fijados en las bases reguladoras y en la convocatoria de la subvención.

Es muy relevante recordar a las entidades españolas la importancia de dicho procedimiento de acceso a ayudas públicas para que la priorización de los proyectos de las empresas se haga de manera ordenada y sistemática. De esta forma, las empresas ahorrarán tiempo a sus equipos y posiblemente reducirán las facturas en consultoría.

Criterios de priorización

Algunos de los criterios de priorización de las inversiones deberían ser entre otros: la singularidad del proyecto, su grado de madurez, el importe, el potencial de comercialización, el nivel de innovación, la capacidad del promotor del proyecto en cubrir como mínimo el 70% del presupuesto de la inversión, el potencial de creación de riqueza para el país, el fomento del equilibrio territorial, la contribución a la lucha contra el cambio climático, la capacidad de generar bienestar y progreso social.

Guardad en mente de no sucumbir a la “fiebre de los fondos europeos”. El modelo de concurrencia competitiva hará que únicamente los mejores proyectos reciban fondos. No habrá subvenciones para todos, tampoco para todos los proyectos y tampoco los subvencionaran al 100%. Una buena preparación, os permitirá optimizar al máximo las subvenciones y mejorar considerablemente el ratio de éxito.