El término de externalización proviene de la traducción al castellano del neologismo inglés outsourcing, el proceso por el cual una empresa o institución encomienda la realización de una parte de sus tareas o servicios a otra empresa.
La externalización de actividades, funciones y servicios, tanto para las grandes compañías como para las medianas y pequeñas empresas, tiene muchísimas ventajas:
Hay que tener en cuenta que nunca deben externalizarse los procesos que nos diferencian de la competencia, solo aquello que no sea el negocio principal de la compañía y que no tenga un impacto directo en el mismo. Llevar a cabo esta estrategia requiere de una previsión con criterio, hay que pensar muy bien aquellas funciones y actividades que se quieren delegar a un tercero para que aporte valor contrastable a la organización.
La finalidad de externalizar un servicio es alcanzar una mayor rentabilidad del negocio, mejorar la calidad de los productos sin aumentar el coste para el cliente y superar la falta de recursos propios. Es decir, si delegamos la gestión de algunas actividades a una empresa especialista se consigue una mayor eficiencia a la hora de hacer las cosas, reducir el riesgo en posibles inversiones y obtener más soluciones innovadoras al dedicarnos exclusivamente a nuestro negocio.
Los pasos para realizar un proceso de externalización son:
Cuando se delegan funciones a un tercero debe documentarse de forma rigurosa con un contrato de servicios en el que se especifique con detalle los servicios que se contratan, su seguimiento e incluso penalizaciones si no se cumple.
En resumen, la externalización supone una mejora de la competitividad y de la rentabilidad, reduce costes y permite dedicar todos los esfuerzos de la organización al propio negocio, siendo una oportunidad en tiempos de crisis y una herramienta útil para el crecimiento de la empresa. Además, ante la situación de crisis que estamos viviendo y que va a suponer cambios de mucho calado en nuestra economía, la externalización ofrece grandes ventajas en materia de competitividad, al tiempo que aporta mayor flexibilidad, una reducción de costes y un mayor enfoque práctico en nuestro negocio.